Pertenecemos a una sociedad donde el consumo rige gran parte de nuestras relaciones con las cosas.
Hablamos de consumo problemático cuando el consumo de sustancias u objetos se ha vuelto condición para que la persona sobrelleve su existencia, es decir, cuando ha desarrollado algún grado de dependencia con dicho consumo, y este da lugar a la emergencia de un deterioro de los campos físico, psicológico y social de la persona que lo padece.
Es verificable que los consumidores van desarrollando de modo paulatino el vínculo patológico con las sustancias.
En principio puede ser la curiosidad o la influencia de los otros aquello que los acerca a la experimentación, para luego dar lugar a un uso de las sustancias y sus efectos.
Hasta acá la persona práctica voluntariamente el consumo.
En el consumo problematico lo que se observa en primera instancia es la aparición del abuso como señal de que se esta en problemas. Abuso que como tal genera un trauma en la vida de la persona que lo sufre, el cual puede, en algunos casos, motorizar una retroalimentacion del consumo problemático llevando a esta persona a desarrollar una dependencia psiquica y fisica al consumo de sustancias.
Dependencia que tiene distintos grados, los cuales van desde volverse un fetiche, que funcione como una determinada condición para el desenvolvimiento de una persona, hasta la posibilidad de desarrollar un consumo irrefrenable que arrase con la voluntad del consumidor.
Dado el grado de dependencia, se indica tal o cual tratamiento como modo de acompañar al paciente en la decisión de cambiar su vida.
En muchas oportunidades las personas que consultan lo hacen a partir de haber tomado una decision de encaminar un cambio. Otras, son los familiares o vinculos cercanos los que consultan por algún pariente o ser querido, requiriendo en estos casos una primera intervención que acompañe al paciente en el desarrollo de la conciencia de su enfermedad, de modo tal que este se implique en el pedido de ayuda y constituya el inicio de su salida de esta enfermedad física y mental.
Consumos problemáticos, ¿cuándo consultar?